Toda empresa de bobinado de motores Las Palmas conoce las características y beneficios de las plantas depuradoras de aguas. En las macro áreas urbanas en que vivimos, el agua que llega de ríos y embalses está fuertemente contaminada por residuos agrícolas e industriales. Por ello, las plantas depuradoras son fundamentales para poder suministrar agua potable a millones de personas.

Como bien sabemos en bobinado de motores Las Palmas, existen cuatro fases para la depuración de aguas. El primero es el pretratamiento, eliminando objetos de gran tamaño que, si entran en la planta, pueden dañar los mecanismos de las instalaciones. Se instalan pozos y rejas, así como estrategias de flotaciones para eliminar las grasas y sedimentos de la superficie.

La segunda fase es el tratamiento primario: mediante separación por gravedad, con construcción de decantadores, se retiene el agua el tiempo suficiente para que los sedimentos se separen.

Llegamos entonces al tratamiento secundario, la parte fundamental de la depuración de aguas. Es un tratamiento microbiano, que aporta los microbios que consumen la materia orgánica a depurar, creando microorganismos. Así, la materia imposible de separar por sedimentación, se elimina con medios de separación líquido-sólido. Mediante la adición de reactivos, en esta tercera fase se retira el fósforo y el nitrógeno del agua, también a través de los decantadores utilizados en la fase del tratamiento primario.

Este agua se considera ya "tratada" y por tanto potable, así como vertible al medio ambiente de nuevo. Pero si queremos hablar de aguas totalmente aptas, Niborcontrol recomienda para el consumo humano un tratamiento terciario. En él, se realizan una serie de procesos físicos y químicos para mejorar su calidad y composición. Es el último filtro, digamos que la eliminación final de impurezas y adición de nutrientes positivos para el consumo humano. Se realiza mediante coagulación-floculación, así como una serie de procedimientos especiales (ultrafiltración, ósmosis interna, etc).