Si estás buscando información sobre la perforación, el mantenimiento y la limpieza de pozos en Canarias, seguramente sea porque quieres conocer qué hay que hacer para construir un pozo y cómo debe ser su cuidado posterior. Por eso, a continuación te contamos los métodos que se utilizan en la actualidad para llevar a cabo un pozo.
A pesar de que la mayoría de los pozos son perforados, debemos saber que también pueden ser excavados en caso de que las condiciones lo permitan. Este tipo de pozos suelen ser pequeños y tienden a secarse más fácilmente. Además, al ser poco profundos, el riesgo de contaminación es mayor, por lo que la limpieza de pozos en Canarias es aún más importante en este tipo de soluciones.
Otro tipo de pozos son los conocidos como hincados, que se ejecutan con un conducto puntiagudo. Suelen llevarse a cabo en terrenos arenosos. En la parte inferior del tubo se suele instalar un tamiz para cribar aquellas partículas que no deseamos que pasen a su interior. Dentro de este grupo, existen tres técnicas de ejecución: mediante batido, por inyección de agua y por rozado. Estos pozos permiten llegar a unas profundidades de entre 15 y 100 metros.
El último tipo de pozo es el perforado, el cual se construye mediante excavación por percusión o utilizando herramientas giratorias a modo de barrena. Pueden ejecutarse mediante muchas técnicas, que se desglosan en tres tipos básicos: las manuales, las que utilizan medios motorizados ligeros y las que utilizan medios motorizados pesados, como camiones. Estos pozos pueden llegar a tener cientos de metros de profundidad. Generalmente se instala una bomba en la parte más profunda para extraer el agua.
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